miércoles, 13 de marzo de 2019

ASÍ ES LA VIDA

"La vida te desilusiona para que dejes de vivir de ilusiones y veas la realidad. La vida te destruye todo lo superfluo, hasta que queda solo lo importante. La vida no te deja en paz, para que dejes de pelearte, y aceptes todo lo que “Es".

La vida te retira lo que tienes, hasta que dejas de quejarte y agradeces. La vida te envía personas conflictivas para que sanes y dejes de reflejar afuera lo que tienes adentro.

La vida deja que te caigas una y otra vez, hasta que te decides a aprender la lección. La vida te saca del camino y te presenta encrucijadas, hasta que dejas de querer controlar y fluyes como río. La vida te pone enemigos en el camino, hasta que dejas de “reaccionar”. La vida te asusta y sobresalta todas las veces que sean necesarias, hasta que pierdes el miedo y recobras tu fe. 

La vida te quita el amor verdadero, no te lo concede ni permite, hasta que dejas de intentar comprarlo con baratijas. 


La vida te aleja de las personas que amas, hasta que comprendes que no somos este cuerpo, sino el alma que él contiene. La vida se ríe de ti tantas veces, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo. La vida te rompe y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí penetre la luz. 


La vida te enfrenta con rebeldes, hasta que dejas de tratar de controlar. La vida te repite el mismo mensaje, incluso con gritos y bofetadas, hasta que por fin escuchas. La vida te envía rayos y tormentas, para que despiertes. La vida te humilla y derrota una y otra vez hasta que decides dejar morir tu EGO. 


La vida te niega los bienes y la grandeza hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a servir. La vida te corta las alas y te poda las raíces, hasta que no necesitas ni alas ni raíces, sino solo desaparecer en las formas y volar desde el Ser. La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro. La vida te acorta el tiempo, para que te apures en aprender a vivir. La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces nadie, y así te conviertes en todo. 

La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas para evolucionar. La vida te lastima, te hiere, te atormenta, hasta que dejas tus caprichos y berrinches y agradeces respirar. La vida te oculta los tesoros, hasta que emprendes el viaje, hasta que sales a buscarlos.La vida te niega a Dios, hasta que lo ves en todos y en todo.


La vida te acorta, te poda, te quita, te rompe, te desilusiona, te agrieta, te rompe ... hasta que solo en ti queda AMOR.

 Bert Hellinger💞





martes, 24 de enero de 2017

EL CUENTO DE LA LECHERA


Hace mucho tiempo, en una granja rodeada de animales, vivía la joven Ana. Una mañana de verano se despertó antes de lo acostumbrado.


   ¡Felicidades Ana! - le dijo su madre -. Espero que hoy las vacas den mucha leche porque luego irás a venderla al pueblo y todo el dinero que te den por ella será para ti. Ese será mi regalo de cumpleaños.

   ¡Aquello sí que era una sorpresa! ¡Con razón pensaba Ana que algo bueno iba a pasarle! Ella que nunca había tenido dinero, iba a ser la dueña de todo lo que le dieran por la leche. ¡Y por si fuera poco, parecía que las vacas se habían puesto también de acuerdo en felicitarla, porque aquel día daban más leche que nunca!

   Cuando tuvo un cántaro grande lleno hasta arriba de rica leche, la lechera se puso en camino.

   Había empezado a calcular lo que le darían por la leche cuando oyó un carro del que tiraba un borriquillo. En él iba Lucia hacia el pueblo para vender sus verduras.

   -¿Quieres venir conmigo en el carro? - le preguntó.

   - Muchas gracias, pero no subo porque con los baches la leche puede salirse y hoy lo que gane será para mí.

   -¡Fiuuu...! ¡vaya suerte! - exclamó Lucía -. Seguro que ya sabes en lo que te lo vas a gastar.

   Cuando se fue Lucía, Ana se puso a pensar en las cosas que podría comprarse con aquel dinero.

   Ya sé lo que voy a comprar: ¡una cesta llena de huevos! Esperaré a que salgan las pollitos, los cuidaré y alimentaré muy bien. y cuando crezcan se convertirán en hermosos gallos y gallinas.
   Ana se imaginaba ya las gallinas crecidas y hermosas y siguió pensando qué haría después.

   - Entonces iré a venderlos al mercado, y con el dinero que gane comprará un cerdito, le daré muy bien de comer y todo el mundo querrá comprarme el cerdo, así cuando lo venda, con el dinero que saque, me comprará una ternera que dé mucha leche. ¡Qué maravilla! Será como si todos los días fuera mi cumpleaños y tuviera dinero para gastar.

   Ya se imaginaba Ana vendiendo su leche en el mercado y comprándose vestidos, zapatos y otras cosas.

   Estaba tan contenta con sus fantasías que tropezó, sin darse cuenta, con una rama que había en el suelo y el cántaro se rompió.

   -¡Adiós a mis pollitos y a mis gallinas y a mi cerdito y a mi ternera! ¡Adiós a mis sueños de tener una granja! No sólo he perdido la leche sino que el cántaro se ha roto. ¿Qué le voy a decir a mi madre? ¡Todo esto me está bien empleado por ser tan fantasiosa!

  
Sin embargo. cuando regresó a la granja le contó a su madre lo que había pasado. Su madre era una madre muy comprensiva y le habló así:

   - No te preocupes hija, no anheles impaciente el bien futuro, mira que ni el presente está seguro. Cuando yo tenía tu edad era igual de fantasiosa que tú, pero gracias a eso empecé a hacer negocios parecidos a los que tú te imaginabas y al final con esa fantasía y un trabajo paciente, responsable y constante, logré tener esta granja.

La imaginación es buena sí se acompaña de un poco de esfuerzo y cuidado con lo que haces.

  

            Adaptación de la fábula de La Fontaine.

martes, 17 de enero de 2017

POR LA SONRISA DE ADRIANA






Erase una vez una niña que nació en un pueblo muy bonito, en una familia humilde con olor a fruta fresca y unas sonrisas encantadoras.

Cuando nació sus papis la recibieron llenos de ilusión, pues era una niña preciosa, con una increíble sonrisa, a la que querían con todo su corazón. La llamaron Adriana.

Con el paso del tiempo Adriana fue creciendo de manera muy especial, no era como todos y todas los niños y las niñas de su edad, había algo diferente que la hacía única.

Sus papis se dieron cuenta enseguida que no podía moverse como los demás y tampoco podía hablar así que fueron a visitar a un hombre muy sabio para que les dijera qué es lo que le ocurría a su querida hija Adriana.

El hombre sabio la observó y dijo: ¡Está encantada!

Seguro que ha sido algún duendecillo travieso. Tenemos que encontrar una solución como sea.

Tras pensar un rato, fue a buscar un cofre mágico y sacó de él un mapa que le mostraría el camino que tenían que seguir  los papás de Adriana para quitarle el hechizo.

Los padres, al ver el mapa se pusieron un poco tristes, era un camino muy difícil y con muchísimos obstáculos, necesitaban mucho dinero y mucha ayuda para poder terminar el camino.

Pero entonces, en su tristeza miraron a Adriana y ella hizo justo lo que necesitaban en ese momento.

Algo mágico pasó, quizá una de las cosas más mágicas que hay en este mundo.
Adriana sonrió.

Sí, eso era justo lo que necesitaban, una sonrisa de Adriana.

¿Sabéis que? Una sonrisa puede mover montañas, la paz comienza con una sonrisa, la sonrisa es una expresión de la mejor de todas las emociones que guardamos en nuestra alma...
¿Os habéis preguntado alguna vez qué sería de nosotros sin las sonrisas y la alegría que nos produce recibirlas?

Pues Adriana le había regalado a sus padres el mejor de los tesoros que tenía, a pesar de su hechizo,  nadie le había conseguido robar ese: su sonrisa.

Así que con ese preciado tesoro decidieron emprender el camino que le indicaba el mapa que le había entregado aquel hombre sabio.

Empezaron el camino superando un obstáculo tras otro y en mitad del camino pasó algo increíble.

Los papis de Adriana estaban un poco cansados, pero tenían la esperanza de poder llegar hasta el final. Aunque solos era muy difícil.

Fue justo en ese momento cuando conocieron a  Superantonio al que le contaron la historia de Adriana.

Superantonio era un superhéroe que tenía una bicicleta muy chula y un poder desconocido que hacía que toda la gente de su alrededor se ilusionara por algo.

Superantonio decidió ayudarlos y con su superpoder consiguió que mucha gente se ilusionara para hacer lo mismo, así que todos a los que conocía y veía en su viaje en bici querían lo mismo: Ayudar a los papis de Adriana para que consiguieran llegar al final del camino.

Así que entre todos reunieron mucho dinero y aunaron fuerzas para que Adriana no dejara nunca de sonreír, y sobre todo llegara justo donde indicaba el mapa.

Ese extraño lugar donde conseguirían romper el hechizo que la mantenía encantada y le impedía hablar o moverse.

Tras un largo recorrido y con la ayuda de Superantonio y sus colegas los papis de Adriana consiguieron llegar al Castillo de Neocortex, el destino donde finalizaba el mapa.

El Castillo de Neocortex era un lugar maravilloso donde vivían uno magos y unas hadas muy poderosas.

Allí ayudaron a Adriana muchísimo, rompieron el hechizo en un plis plas y consiguieron que Adriana sacara lo mejor de ella misma.

Con el paso del tiempo Adriana seguía siendo muy especial, única. Vivía feliz con sus papis y su hermanito pequeño.

Sus papás casi todas las noches antes de acostarse la miraban sonreír y recordaban el largo camino que hicieron gracias y todo POR LA SONRISA DE ADRIANA.

Colorín Colorado…este cuento aun no ha acabado...
quedan aún tantas sonrisas mágicas
de Adriana que conseguir...¿Te animas a buscarlas?
Tu tienes tres poderes mágicos:
Tu energía,
Tu amor y amistad
y, sobre todo, Tu SONRISA
Autora: Rocío Moral "Rocíate de Cuentos"




Hace unos meses Rocíate de Cuentos se unía a esta causa escribiendo este pequeño cuento para contarlo en uno de los muchísimos eventos de este reto Solidario en el cual el único y exclusivo objetivo es recaudar fondos para mejorar la vida de Adriana e investigar el Síndrome de Pitt-Hopkins que padece.

Os dejo algunos enlaces para mas información:

http://porlasonrisadeadriana.webnode.es
https://www.facebook.com/Todos-Con-Adriana-Y-El-Sindrome-De-Pitt-Hopkins-1109089675872756








PETER PAN



Peter Pan es un niño que nunca crece, tiene diez años y odia el mundo de los adultos. Siempre va acompañado de su hada Campanilla, el polvo que ésta desprende hace que Peter tenga la capacidad de volar indefinidamente. Vive en el país de Nunca Jamás, una isla poblada tanto por piratas como por indios, hadas, y sirenas, y en donde vive numerosas aventuras junto a sus amigos los Niños Perdidos.
Enseña a los niños Darling a volar usando una combinación de ‘’preciosos pensamientos maravillosos’’ y polvo de hadas.

Y cuenta la historia...

Hace tiempo, allá por 1880, vivía en la ciudad de Londres la familia Darling. Estaba formada por el señor y la señora Darling y sus hijos: Wendy, Michael y John. Sin olvidarnos de Nana, por supuesto, el perro niñera.

Vivían felices y tranquilos hasta que Peter Pan llegó a sus vidas. Todo comenzó la noche en que Nana tenía el día libre y la señora Darling se quedó a cargo de sus hijos. Cuando todos, incluida ella, estuvieron dormidos el muchacho entró por la ventana. Pero entonces ella se despertó y se asustó tanto al verle que lanzó un fuerte grito. Entonces apareció Nana, que cerró la ventana para evitar que saliera y acabó atrapando su sombra. Y así fue como la sombra de Peter Pan acabó en un cajón de la casa de los Darling.

Una noche el señor y la señora Darling salieron a cenar a casa de los vecinos del número 27. Los niños se quedaron en casa al cuidado de Nana y no tardaron en quedarse todos dormidos.
Pero cuando la casa estaba en silencio, entró una diminuta hada revoloteando a gran velocidad y tras ella, Peter Pan, dispuesto a recuperar su sombra. La encontró en el cajón en el que la había guardado Nana pero se entristeció mucho cuando comprobó que la sombra no le seguía. Probó a pegársela con jabón pero no dio resultado y desesperado se sentó en el suelo a llorar.

- ¿Quién está llorando? - preguntó Wendy, a quien despertaron los sollozos.
- Soy yo - contestó Peter
- ¿Cómo te llamas? - preguntó la niña, aunque ella estaba casi segura de saber quien era
- Peter Pan
- ¿Y qué te pasa Peter?
- Que no consigo que mi sombra se me quede pegada
- Tranquilo. Creo que podré cosértela

Wendy ayudó a Peter y mientras los dos niños comenzaron a hacerse amigos.

- Yo vivo en el País de Nunca Jamás. Es maravilloso, allí eres siempre un niño y no tienes que obedecer a nadie. Conmigo viven los Niños perdidos, ya sabes, los niños que caen de los carritos cuando la niñera mira a otro lado. Además hay piratas, hadas, indios y toda clase de seres.

Peter decía que era muy feliz allí aunque reconoció que a él y a los Niños perdidos les gustaría que hubiese alguien que les contara cuentos como hacía ella con sus hermanos. Peter le propuso ir con él al País de Nunca Jamás y a Wendy le pareció de inmediato una idea maravillosa.

- Pero, ¿y mis hermanos? ¿pueden venir ellos también?
- Si tu quieres, ¡claro!
- ¡Estupendo!

Wendy despertó a Michael y John y Peter para iniciar su viaje. Pero antes de partir Peter les explicó que debían aprender a volar. Les dijo que debían tener pensamientos felices y les echó un poco de polvo de hada por encima y enseguida los tres niños comenzaron a elevarse por el aire. A todos les pareció muy divertido y comenzaron a dar vueltas y más vueltas por la casa. Armaron tal revuelo que acabaron despertando a Nana.

Peter la oyó venir así que pudieron volver a sus camas rápidamente como si no hubiese pasado nada. Así, cuando la niñera entró en la habitación creyó que los tres dormían plácidamente.

Pero Nana estaba intranquila y estaba casi segura de que algo raro estaba ocurriendo en el cuarto de los niños, de modo que corrió a avisar a los señores Darling. Pero cuando volvieron, los niños ya no estaban. Los tres habían partido rumbo a Nunca Jamás nerviosos e ilusionados por vivir aquella fantástica aventura.

Volaron durante días atravesando océanos pero al final llegaron al país de Nunca Jamás.

Al primero que vieron desde el aire fue al temible capitán Garfio, el peor enemigo de Peter Pan. En una lucha hacía tiempo Peter había logrado arrebatarle la mano derecha y por eso el pirata llevaba en su lugar ahora un garfio. Pero lo manejaba perfectamente y eso, unido a sus ganas de venganza, lo hacían muy peligroso. Aunque había algo a lo que el capitán Garfio tenía miedo: el cocodrilo. Una vez estuvo a punto de comérselo y por eso ahora no quería otra cosa que no fuese él. Menos mal que el capitán le arrojó un reloj y por eso ahora hacía tic-tac cada vez que se acercaba.

Llegaron hasta el lugar donde estaban los Niños perdidos. Pero Campanilla, que estaba muy celosa de Wendy porque estaba todo el tiempo junto a Peter, se adelantó para tramar algo.

- Peter dice que ataqueis a Wendy - le dijo a los Niños perdidos.
- ¡De acuerdo! - contestaron todos al unísono corriendo a por sus arcos y flechas

Así que los niños comenzaron a disparar sus arcos y flechas hacia Wendy y sus hermanos. Pero afortunadamente no les pasó nada.

En cuanto llegó Peter detrás de todos les echó una gran bronca.

- ¿Pero qué hacéis? ¡Encima que os traigo a una madre para que os cuente cuentos la recibís así!

Los Niños perdidos, que iban vestidos con las pieles de los osos que cazaban, se disculparon y Peter les presentó a Wendy y a los demás.

- Estos son Tootles, Slightly, Nibs, Curly y los gemelos
- Hola - contestó la muchacha - Estos son mis hermanos Michael y John y yo soy Wendy.

Wendy y sus hermanos decidieron quedarse allí y junto con los Niños perdidos y Peter formaron una gran familia que vivía feliz en su guarida subterránea.

Un día estaban los niños jugando en la laguna de las sirenas, concretamente en la Roca de los Desamparados, cuando sucedió algo extraño. De repente el Sol desapareció por completo, se hizo de noche y entre las sombras apareció un bote con dos de los piratas de Garfio, Smee y Starkey, que llevaban como prisionera a la princesa india Tigridia. Peter, Wendy y los demás se escondieron y vieron como arrojaban a Tigridia sobre la Roca de los Desamparados. Entonces a Peter se le ocurrió una idea.

- ¡Soltadla! - dijo a los piratas imitando la voz del capitán Garfio
- ¿Capitán? - dijeron los dos piratas mirando a todos los lados
- ¡Ya me habéis oído! ¡Hacedlo!

Así que los piratas cortaron las cuerdas que apresaban a la princesa. Entonces apareció por la laguna el capitán Garfio a bordo de su barco. Iba para contarles que sabía que los Niños perdidos habían encontrado una madre y de ninguna manera podían permitirlo.

- Los raptaremos, los obligaremos a lanzarse por la borda y Wendy se convertirá en nuestra madre.
- ¡Sí! ¡Es una idea estupenda capitán!, contestaron Smee y Starkey

Wendy se quedó pálida al oír aquello y Peter, que no aguantó más callado, de nuevo imitó la voz de Garfio. Pero esta vez el pirata fue más listo que en otras ocasiones y supo que se trataba de Peter Pan. Lo encontró y luchó contra él hasta que logró herirlo con su garfio, mientras los niños escapaban en el bote. Wendy se salvó gracias a la ayuda de las sirenas y a la cometa que Michael había perdido unos días antes y que apareció por allí, mientras que Peter logró sobrevivir gracias a la ayuda de la pájara de Nunca Jamás.

Aquella aventura hizo que Peter se hiciera muy amigo de los indios pieles rojas, pues le estaban agradecidos por haber salvado a la princesa Tigridia y prometieron defenderlo con sus arcos y flechas del ataque de los piratas.

Una noche estaba Wendy contando a los niños su cuento de antes de ir a dormir cuando habló de las madres, de lo buenas y atentas que son con sus hijos. Peter no estuvo de acuerdo con las ideas de Wendy y discutió con ella y al mismo tiempo los hermanos de la muchacha empezaron a sentir nostalgia por lo que entre todos decidieron que había llegado el momento de volver a casa.

- Nos iremos esta misma noche - contestó tajante Wendy

Los Niños perdidos se sintieron muy tristes al oír esto y decidieron que se irían con ella. No así Peter, que de ninguna manera quería abandonar el país de Nunca Jamás. Al menos se preocupó porque Campanilla y los pieles rojas acompañaran a los niños por el bosque en su camino de vuelta a Inglaterra.

Pero en su camino de vuelta surgieron nuevas complicaciones. Los piratas estaban al corriente de que iban a pasar por allí y los esperaban encaramados a los árboles del bosque. Los niños, y tampoco Peter Pan, se podían esperar algo así, así que los cogieron desprevenidos.

Mientras tanto Garfio acudió a la guarida secreta de Peter, donde el muchacho pasaba el tiempo en soledad haciendo ver que no le importaba haberse quedado solo. El pirata y se escondió dentro de un tronco y esperó a que Peter se durmiera para echar en un vaso que tenía el muchacho junto a su cama un poco del veneno secreto y mortal que siempre llevaba consigo. Esta vez conseguiría acabar con él.

Pero en mitad de la noche Campanilla llegó para contarle a Peter lo ocurrido y advertirle de que sabía que el capitán Garfio le había echado veneno en su vaso. Así que Peter salió veloz con sus armas dispuesto a rescatar a los niños.

Peter llegó hasta el barco de los piratas, el Jolly Roger, un barco siniestro en el que los niños estaban a punto de ser obligados a saltar por la pasarela al mar.

Los piratas estaban atando a Wendy al palo mayor en ese momento cuando de repente sonó algo que nadie esperaba... Tic- tac, tic-tac, tic-tac...

- ¡Es ese maldito cocodrilo! ¡Rápido Smee escóndeme! ¡No dejes que me coja!- gritó Garfio preso del pánico

Pero allí no había ningún cocodrilo, era Peter, que hábilmente se había hecho pasar por él. en cuanto Garfio fue a su camarote a esconderse Peter apareció en la cubierta del barco de un salto y empezó a acabar con los piratas uno por uno. Pero desde sus aposentos Garfio dejó de oír el tic-tac y creyó que el cocodrilo había huido y podía salir de nuevo.

Al salir Garfio se encontró con varios piratas muertos. Nadie sabía qué había ocurrido exactamente así que todos empezaron a pensar que el barco estaba maldito pues ya se sabe que los piratas son algo supersticiosos. Estaban a punto de lanzar a Wendy por la borda convencidos de que era ella quien atraía a la mala suerte, cuando Peter salió de su escondrijo para evitarlo.

- ¡Joven descarado, prepárate para morir! – dijo Garfio
- ¡De eso nada maldito capitán Garfio! ¡No es mi hora sino la tuya! - contestó el valiente Peter Pan

Se enzarzaron en una violenta lucha de espadas y al final Garfio acabó gravemente herido en las costillas, tanto, que no vio salida y decidió lanzarse por la borda sin saber que el cocodrilo lo estaba esperando para darse un buen banquete.

                                                                                      

Y los piratas se marcharon y no volvieron a hacer de las suyas. Peter Pan se reunió con los niños, y todos decidieron volver a su casa para que sus padres no se preocuparan por la tardanza. Así lo hicieron, pero había sido una aventura tan bonita la que vivieron con Peter Pan, que nunca la olvidaron en su vida, así que se la contaron a sus hijos cuando los tuvieron, y éstos a sus hijos, y éstos a los suyos, y éstos a los suyos.

 Adaptación de la historia de James Mathew Barrie


NO TE DETENGAS


No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.


No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña, nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes.
Huye.

   “Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.


 
  Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …
WALT WHITMAN (1819-1892)

viernes, 27 de mayo de 2016

REFLEXIONES QUE SON CUENTOS...



 PARA LOS QUE SE LLENAN DEL " YO MISMO" esta maravilla, LA CARRETA VACÍA un texto anónimo que encontré por ahí...














viernes, 22 de abril de 2016

IV CENTENARIO DE LA MUERTE DE CERVANTES




¡Hoy es su día, por lo tanto es noticia! Tal día como hoy de 1616 nos dejó Don Miguel de Cervantes. Murió hace cuatrocientos años en Madrid, el 22 de abril. Al día siguiente era enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas.














A lo largo de un tiempo Rocíate de Cuentos lo ha homenajeado a través de sus frases y a través de sus acciones educativas, a través de un taller de animación a la lectura y de educación en valores y  escribiendo y contando un Cervanticuento.






Os quiero dejar una recopilación de imágenes de lo que ha sido este homenaje.


Por la libertad, por la honradez...



Porque amamos la lectura y uno de los libros mas importantes de toda la literatura universal.


No hay que hacer caso de los encantadores como  la envidia, la ingratitud y la soberbia...

Envidia: Sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee.
Cuando la evidia actúa en las personas, las vuelve codiciosas de lo que tienes y su deseo es sólo que lo pierdas.
No te dejes arrebatar la luz que posees por la oscuridad de este temido sentimiento que te hace mediocre ante el talento de aquellos a los que esa envidia no les coge en su corazón.

 
 


 
Amarga afirmación y ¡que cierta!
Soberbia: Sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos.
A veces nos rodeamos de personas y situaciones por las que damos todo y solo recibimos como respuesta ingratitud.
Alejémonos de esas situaciones y demos de lado este sentimiento que solo nos aporta malestar.
Busquemos a los humildes, a los respetuosos, a los agradecidos, a los que hacen las cosas con pasión y verdad, a los grandes de corazón...



Porque nadie nos debe impedir soñar, luchar, correr y alcanzar nuestro destino
 


Porque nuestro mejor aliado es el tiempo...



Y nuestro esfuerzo y nuestro ánimo

Que nadie te calle, que nadie te haga rendirte, que nadie te desanime en la lucha por tus sueños y que nadie cambie tu forma de ser. Algún día el esfuerzo sí habra merecido la pena, si no, mirad a Cervantes.


Don Quijote nos muestra que hay que ser valientes sobre todas las cosas para luchar por lo que es justo. No nos acobardemos ante la injusticia y la barbarie.




" Es de bien nacidos ser agradecidos". Curiosamente he escuchado esta frase durante años de los labios de alguien a quien quise mucho y ya no está entre nosotros, sin saber que ella lo había leído en el Quijote...AGRADEZCAMOS lo que la vida nos regala porque eso dará muestra de nuestra buena cuna y de nuestra humilidad...

Pero además busquemos cada vez ser mejores, busquemos un objetivo y amémoslo...


 

En estos días Cervantes ha renacido para llegar a muchas almas, el esfuerzo si ha merecido la pena, es muy hermoso porque nos hemos convertido en pequeños Quijotes dispuestos a perseguir nuestros sueños, dejarnos llevar por nuestros sentimientos y luchar por un mundo mejor...y recuerda...




¡OJALÁ SE LLENE EL MUNDO DE QUIJOTES!